Lo primero que deberás hacer es pensar en qué necesitas realmente en tu habitación. Si te falta espacio, hay muchas soluciones para conseguir ganar unos metros. Puedes probar camas, plegables, muebles transformables, espacios divididos en dos niveles...

A lo mejor te interesa utilizar la propia cama como elemento divisor. Aprovechar la parte trasera del cabecero para instalar un escritorio te permitirá tener en tu habitación dos zonas diferenciadas sin necesidad de añadir nuevos muebles.

Crea un ambiente adecuado

Si estás decorando una habitación que también va a ser una zona de trabajo o estudio, necesitarás una buena iluminación para hacer las tareas cómodamente. Te hará falta una iluminación general que de suficiente luz además de algún foco más concreto en el propio escritorio.

La opción más común es optar por un flexo, pero tienes baldas sobre tu mesa tienes la mejor oportunidad de ser original. Aprovecha e incluye una fila de luces en las baldas y lograrás una iluminación uniforme en todo el escritorio que además dará un ambiente de lo más agradable.

Si no necesias luces tan intensas, puedes instalar un regulador para elegir en cada momento el tipo de luz que necesitas. Colocar filas de led en puntos clave de la estancia le darán un aspecto muy especial sin necesidad de fuertes focos de luz. Y si eres de esas personas a las que les encanta leer en la cama, siempre puedes complementar la iluminación con lámparas de pie o de mesa que orientes exactamente donde sea necesario.

Elige una alfombra que de gusto pisar y que te ayude a la hora de dividir nuestras el espacio, juega con las texturas de las paredes y lograrás ese estilo original que estabas buscando.

No olvides lo esencial

La cama va a ser el punto central y el elemento más importante de todos. El descanso tiene un gran impacto en nuestra salud. Debes elegir un colchón de dureza adecuada, que sea lo suficientemente alto como para sobresalir unos centímetros con tu cuerpo estando totalmente estirado y que también te permita cambiar de postura hacia los lados durante la noche.

Teniendo lo esencial claro, podemos elegir muchas maneras de configurar nuestro lugar de descanso. Si no dispones de mucho espacio, siempre serán bienvenidos unos cajones o un canapé bajo el colchón. La cabecera es un componente que define mucho el estilo de la estancia. Puedes encontrar cabeceras con mesillas de noche integradas. Si crees que a tu cuarto le falta un golpe de efecto, las cabeceras hasta el techo pueden ayudarte. También puedes optar por un cabecero simple y pintar la pared que queda detrás o decorarla con algún tipo de textura. Verás inmediatamente cómo tu habitación cobra carácter.